Estradiol y ciclo menstrual: claves clínicas y nutricionales en endometriosis
- Mariam Lara
- 28 jun
- 11 Min. de lectura
Actualizado: hace 5 días
🌸¿Qué es el estradiol y por qué es importante?
El estradiol (E2) es una de las tres formas principales de estrógenos que produce el cuerpo humano: estrona (E1), estradiol (E2) y estriol (E3). Entre estos, el estradiol es la forma más activa biológicamente, es decir, la que ejerce un efecto más potente en los tejidos del cuerpo, especialmente en el sistema reproductivo, el cerebro, el sistema inmunológico y los huesos.
El estradiol no se mantiene constante. Fluctúa de forma natural a lo largo del ciclo menstrual. Esta oscilación es esencial para la ovulación, el engrosamiento del endometrio y la menstruación. Sin embargo, en mujeres con endometriosis, estas fluctuaciones pueden volverse patológicas y contribuir al desarrollo y mantenimiento de las lesiones endometriósicas.
Estradiol a lo largo del ciclo menstrual: fisiología básica
El ciclo menstrual se divide en fases, y en cada una el estradiol tiene niveles diferentes:
🌸1. Fase folicular temprana (días 1 al 5 del ciclo)
En estos días la menstruación está presente. Los ovarios apenas comienzan a “despertar” tras el descanso del ciclo anterior. Los niveles de estradiol suelen estar entre 20 y 50 pg/mL, lo que refleja que solo algunos folículos (estructuras que contienen óvulos) están siendo reclutados, pero aún no hay uno dominante.
🌸2. Fase folicular media (días 6 al 10)
Uno de los folículos comienza a destacarse y se convierte en el “folículo dominante”. Este empieza a secretar estradiol de forma creciente. Los niveles pueden elevarse a 50-130 pg/mL. Esta subida paulatina es necesaria para que el cerebro (hipotálamo e hipófisis) reconozca que el cuerpo se está preparando para ovular 🌙.
🌸3. Pre-pico o “surge” de LH (alrededor de 48-24 h antes de la ovulación)
Cuando el estradiol supera los 200 pg/mL de forma sostenida por más de 50 horas, esto activa el pico de LH (hormona luteinizante), que es la señal que desencadena la ovulación. Es como una “señal de fuego” para que el ovario libere el óvulo.
🌸4. Fase lútea (después de la ovulación)
Tras ovular, el folículo se transforma en el cuerpo lúteo, que toma el relevo y continúa secretando estradiol, aunque en menor cantidad. En esta fase los niveles rondan entre 100 y 200 pg/mL. Si no hay embarazo, el cuerpo lúteo se degrada y el estradiol cae por debajo de 40 pg/mL, lo que provoca la menstruación.

¿Cómo circula el estradiol en el cuerpo?
🌙El estradiol viaja por la sangre de tres formas:
Libre (1-3 %): es la fracción activa que puede entrar a las células y ejercer su efecto.
Unido a SHBG (30-40 %): la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG) es una proteína que se produce en el hígado y que se une al estradiol con alta afinidad (liberación lenta), por lo que actúa como un “resguardo”.
Unido a albúmina (el resto): la albúmina es otra proteína sanguínea, con menor afinidad por el estradiol, que actúa como una “reserva inmediata”.
La cantidad de estradiol libre puede verse alterada por cambios en la SHBG, que a su vez se ve afectada por hormonas como insulina, tiroxina (T4) y por procesos inflamatorios. Esto es clave, ya que una mujer puede tener niveles normales de estradiol total, pero si su SHBG está baja (por ejemplo, por resistencia a la insulina), puede haber más estradiol libre, amplificando su efecto en los tejidos.
La producción y niveles de SHBG pueden verse influenciados por varios factores, entre ellos:
🌀 Insulina
La insulina es una hormona anabólica que, en exceso (como en la resistencia a la insulina o el síndrome de ovario poliquístico), suprime la síntesis hepática de SHBG. Esto significa que mujeres con hiperinsulinemia pueden tener niveles bajos de SHBG, lo que lleva a un aumento de estradiol libre, incluso si el estradiol total está dentro del rango normal.
🔥 Inflamación crónica
Los procesos inflamatorios sistémicos también reducen la síntesis hepática de SHBG. En mujeres con endometriosis, esta inflamación constante puede ser un factor adicional que altere la biodisponibilidad de estrógenos, favoreciendo un entorno hormonal aún más activo y problemático.
🧬 Hormonas tiroideas
La tiroxina (T4), una de las principales hormonas tiroideas, estimula la producción de SHBG. Por eso, cuando hay hipotiroidismo (una función tiroidea disminuida), la SHBG también puede estar baja, elevando los niveles de estradiol libre. Esto puede contribuir a síntomas como cambios menstruales, retención de líquidos, mastalgia o incluso ansiedad.
El rol del hígado: el gran regulador
El hígado es el órgano encargado de producir SHBG y de metabolizar y detoxificar los estrógenos. Si existe una sobrecarga hepática por inflamación, disbiosis intestinal, dieta alta en azúcares o exposición a disruptores endocrinos, la función hepática puede verse comprometida. Esto afecta tanto la producción de SHBG como la eliminación eficiente de los estrógenos, favoreciendo una dominancia estrogénica.
Endometriosis: una enfermedad dependiente del estradiol
La endometriosis es una condición en la que el tejido similar al endometrio (que recubre el útero) crece fuera de él, comúnmente en ovarios, trompas de Falopio o peritoneo. Este tejido responde a las hormonas igual que el endometrio normal, pero fuera de lugar. Y lo que lo alimenta, principalmente, es el estradiol.
🧠¿Qué pasa a nivel local?
Aunque el estradiol circulante pueda ser normal, en las lesiones de endometriosis ocurre lo siguiente:
Aumenta la enzima aromatasa, que convierte andrógenos en estrógenos, provocando una producción local de estradiol.
La enzima 17β-HSD1 (que activa el estradiol) está aumentada, mientras que la 17β-HSD2 (que lo inactiva convirtiéndolo en estrona) está suprimida.
Esto genera una acumulación local de estradiol que actúa sin ser regulado por el cuerpo.
Receptores estrogénicos y su rol en la endometriosis
Uno de los hallazgos más importantes en la investigación de la endometriosis es cómo el tejido endometriósico —es decir, el tejido similar al endometrio que crece fuera del útero— responde de manera distinta a las hormonas, especialmente a los estrógenos.
✨En condiciones normales, el endometrio (la capa interna del útero que se renueva cada ciclo) responde a los estrógenos a través de dos tipos principales de receptores estrogénicos, que son como "antenas celulares" que captan las señales hormonales:
ERα (receptor estrogénico alfa): predominante en el endometrio sano, regula el crecimiento y la función del tejido durante el ciclo menstrual.
ERβ (receptor estrogénico beta): se expresa en menor cantidad en un endometrio sano, pero tiene funciones moduladoras.
💛En mujeres con endometriosis, se ha observado que el tejido endometriósico sobreexpresa el receptor ERβ, es decir, produce hasta 100 veces más ERβ que el endometrio sano. Esto significa que ese tejido se vuelve mucho más sensible a los estrógenos, pero a través de una vía distinta, lo cual cambia completamente su comportamiento.
Resistencia a la progesterona en endometriosis: ¿qué significa y por qué importa?💛
En un cuerpo sano, las hormonas estrógeno y progesterona trabajan en conjunto durante el ciclo menstrual. El estradiol (una forma potente de estrógeno) estimula el crecimiento del endometrio, mientras que la progesterona llega después para regular ese crecimiento, equilibrar la actividad hormonal y preparar al útero para un posible embarazo.
💛Uno de los mecanismos clave que utiliza la progesterona para controlar al estradiol es activar una enzima llamada 17β-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 2, o simplemente 17β-HSD2. Esta enzima convierte el estradiol (forma activa) en estrona, una forma más débil y menos estimulante de estrógeno. Es decir, actúa como un "freno" para que el estradiol no cause un crecimiento excesivo en el endometrio.
¿Qué pasa en la endometriosis? 💛
En las mujeres con endometriosis, este mecanismo regulador está alterado. ¿Por qué?
Baja expresión del receptor PR-B de progesteronaLas células del tejido endometriósico tienen una expresión muy baja de PR-B, uno de los dos principales tipos de receptores de progesterona. Esto significa que, aunque haya progesterona circulando en sangre, las células no responden adecuadamente a ella porque les faltan los receptores necesarios para captar su señal.
Esto genera una “resistencia a la progesterona”Similar a la resistencia a la insulina, en este caso el cuerpo produce progesterona, pero los tejidos no responden. Es como si tocaras la puerta, pero nadie estuviera escuchando del otro lado.
La enzima 17β-HSD2 no se activa correctamenteComo consecuencia de esta resistencia, la progesterona no logra activar la enzima que inactiva al estradiol. Por lo tanto, el estradiol sigue activo, sin control, estimulando el crecimiento, la inflamación y el dolor asociados a la endometriosis.
Inflamación e inmunidad💛
El estradiol (E2) es una forma potente de estrógeno que cumple funciones esenciales en el cuerpo femenino, como regular el ciclo menstrual, proteger huesos y piel, y apoyar la fertilidad. Pero en endometriosis, su señalización se ve alterada y puede actuar como combustible para el fuego.
Una de las formas en que el estradiol alimenta la enfermedad es estimulando una enzima llamada COX-2.
La COX-2 (ciclooxigenasa-2) es una enzima que participa en la producción de prostaglandinas, unas sustancias tipo mensajeros químicos que desencadenan dolor, inflamación y contracciones. En la endometriosis, el estradiol activa esta enzima, lo que aumenta la producción de prostaglandinas E2 (PGE₂).
¿Y qué hacen las prostaglandinas E2?
Las PGE₂ son moléculas inflamatorias que, entre otras cosas, activan otra enzima clave: la aromatasa.
💛La aromatasa es una enzima que convierte andrógenos (como testosterona) en estrógenos, incluyendo estradiol. En el tejido endometriósico, esta enzima está sobreexpresada, es decir, produce más estradiol de lo normal localmente en la pelvis, sin depender de los ovarios.
Esto crea un círculo vicioso hormonal e inflamatorio:
El estradiol activa COX-2.
COX-2 produce más prostaglandinas E2.
Las PGE₂ activan más aromatasa.
La aromatasa genera más estradiol.
Y el ciclo se repite...
Este proceso ocurre dentro del propio tejido endometriósico, generando un entorno inflamado, doloroso y dependiente de estrógenos que no se detiene fácilmente.
El estradiol también estimula la enzima COX-2, lo que aumenta la producción de prostaglandinas E2 (PGE₂), que a su vez activan más aromatasa. Es un círculo vicioso hormonal e inflamatorio.
💛Además, el estradiol modula el sistema inmune en la pelvis:
Aumentan los macrófagos M2, que son antiinflamatorios y favorecen la reparación (pero también la tolerancia de implantes).
Las células NK (natural killers) están hipo-reactivas, es decir, no destruyen las células anormales.
Se expanden las células T-reguladoras, que suprimen la respuesta inmune y ayudan a los implantes a evadir el sistema inmune.
Todo esto crea un microambiente pélvico rico en estradiol e inflamación, independiente de la sangre, que perpetúa la enfermedad.
El estradiol también modula el sistema inmune en la pelvis
Además de promover inflamación, el estradiol altera el comportamiento de las células del sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo tolere la presencia de tejido fuera de lugar en vez de eliminarlo.
Vamos a explicar las células clave involucradas:
🧬 Macrófagos M2: los "reparadores permisivos"
Los macrófagos son células inmunes que "limpian" y reparan los tejidos. Hay dos tipos principales:
M1, que son proinflamatorios y atacan células dañinas.
M2, que son más calmantes y reparadores.
En la endometriosis, el estradiol favorece la presencia de macrófagos M2, que aunque son antiinflamatorios en apariencia, también permiten que los implantes endometriósicos sobrevivan, al evitar que sean eliminados.
🧪 Células NK (Natural Killers): soldados debilitados
Las células NK son parte del sistema inmune innato. Su función principal es identificar y destruir células anormales, como células tumorales o tejido fuera de lugar.
Pero en la endometriosis, el estradiol las vuelve hipo-reactivas, es decir, no actúan como deberían. Pierden su capacidad de reconocer y atacar las células endometriósicas, que entonces pueden seguir creciendo sin obstáculos.
🔒 Células T reguladoras: la barrera de tolerancia
Las células T-reguladoras (T-regs) son responsables de mantener el equilibrio del sistema inmune, evitando que se vuelva demasiado agresivo. Pero en exceso, estas células pueden suprimir tanto la respuesta inmune que permiten que el tejido endometriósico se “camufle” y evada el ataque inmunológico.
El estradiol contribuye a la expansión de estas células, lo que promueve una especie de "zona segura" para los implantes endometriósicos.
El resultado: un microambiente que perpetúa la enfermedad
Todo este conjunto de alteraciones genera un microambiente pélvico alterado, donde:
Hay estradiol local producido continuamente.
La inflamación es constante.
El sistema inmune está desregulado y permisivo.
Y lo más importante: esto ocurre incluso sin depender directamente de los ovarios o del estrógeno circulante en sangre 💛. Por eso, en muchas mujeres, los síntomas persisten incluso con tratamientos hormonales supresivos.
¿Los niveles de estradiol en sangre cambian en mujeres con endometriosis?
Sí, pero no siempre de forma significativa.
Un estudio importante, el Nurses’ Health Study II, encontró que las mujeres con niveles de estradiol discretamente altos en la fase folicular temprana (cuartiles 2-3 vs. cuartil 1) tenían un 1.8 a 2.2 veces más riesgo de desarrollar endometriosis. Sin embargo, en la fase lútea, esta asociación no se encontró.
Esto sugiere que los niveles altos de estradiol al inicio del ciclo —cuando el tejido endometrial se está regenerando— podrían favorecer la implantación y crecimiento de lesiones ectópicas. Pero la mayoría de estudios coinciden en que lo más relevante es el estradiol producido localmente en las lesiones, no tanto el que circula en sangre.
Fase del ciclo | Mujeres sin endometriosis | Mujeres con endometriosis |
Folicular temprana | 20-50 pg/mL | Ligeramente más alta (por SHBG baja e insulina alta) |
Pre-pico LH | 200-400 pg/mL | Pico similar, pero puede durar más tiempo |
Lútea media | 100-200 pg/mL | Curva más plana por función lútea alterada |
Microambiente pélvico | N/D | 10-15 veces más estradiol que en el endometrio sano |
💛Conclusión clínica: un mismo valor de estradiol puede ser fisiológico o patológico según el momento del ciclo. Es crucial solicitar el análisis con sincronía al día del ciclo y, cuando sea posible, complementar con progesterona y LH/FSH para una lectura más completa.
En mujeres con endometriosis, es frecuente observar niveles persistentemente elevados de estradiol, que no siguen la curva esperada del ciclo. Un estradiol >200 pg/mL mantenido por más de 72 horas puede indicar un metabolismo hepático ineficiente, presencia de quistes endometriósicos activos o una respuesta exagerada del folículo dominante sin adecuada resolución ovulatoria.
Esto puede fomentar un entorno inflamatorio, proliferativo y doloroso, al contribuir a la neovascularización, angiogénesis y activación de prostaglandinas proinflamatorias (COX-2, PGE2) dentro del tejido ectópico endometrial.
🥑Apoyo nutricional basado en evidencia
La nutrición juega un papel crucial en la regulación del metabolismo estrogénico, la detoxificación hepática y el equilibrio inflamatorio. Algunas estrategias recomendadas:
Fibra insoluble: encontrada en salvado de trigo, vegetales fibrosos y semillas, se une a los metabolitos estrogénicos en el intestino, promoviendo su excreción fecal y evitando su reabsorción (circulación enterohepática).
Lignanos y flavonoides:
Lignanos (en semillas de lino) tienen acción antiestrogénica leve al competir por los receptores estrogénicos.
Flavonoides (como quercetina en cebolla, apigenina en perejil, isoflavonas en soya fermentada) pueden modular la expresión de receptores y enzimas involucradas en el metabolismo estrogénico.
Sulfurofanos y folatos:
El sulforafano del brócoli y crucíferas activa vías de detoxificación hepática fase II (enzimas como GST, UGT).
Los folatos naturales (en vegetales verdes) y la suplementación con 5-MTHF apoyan la metilación hepática, fundamental para inactivar el estradiol mediante conversión a 2-metoxiestradiol, un metabolito menos activo.
Ácidos grasos omega-3:
Eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) reducen la actividad de la enzima COX-2 y la producción de prostaglandinas proinflamatorias, disminuyendo dolor pélvico y reactividad inmunológica en endometriosis.
Equilibrio glucémico e insulina:
La hiperinsulinemia disminuye la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), elevando el estradiol libre.
Estrategias como dieta baja en carga glucémica, manejo de ayunos prolongados y ejercicio de fuerza contribuyen a mejorar la sensibilidad a la insulina y, con ello, el perfil hormonal.
🧘 Estilo de vida y regulación hormonal
El eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA) está estrechamente vinculado con el sistema reproductivo. El estrés crónico, el sueño insuficiente y el sedentarismo pueden alterar la producción de SHBG, la ovulación y la señalización del estradiol:
Sueño profundo (fase N3) favorece la síntesis de melatonina, hormona antioxidante con efectos antiproliferativos en endometriosis.
Actividad física regular, especialmente con movimientos que mejoran la circulación pélvica (yoga, pilates, caminatas), ayuda a reducir la congestión venosa y mejora la sensibilidad a la insulina.
Regulación del estrés mediante técnicas como respiración consciente, terapia somática o journaling reduce la liberación de cortisol crónico, que puede interferir con el eje gonadal y exacerbar desequilibrios hormonales.
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Este artículo tiene fines informativos y educativos. No sustituye una valoración médica ni nutricional personalizada.
Cada mujer con endometriosis es única, y su abordaje también debe serlo. Si estás atravesando esta condición, te invito a buscar acompañamiento profesional para diseñar un plan adecuado a tu historia clínica, síntomas y objetivos de salud.
Mariam M Lara Nader
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