Dominancia estrogénica y endometriosis: cómo afecta tu salud y qué hacer para equilibrar tus hormonas
- Mariam Lara

- 28 jun
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 30 jun
Los estrógenos son hormonas sexuales fundamentales en el cuerpo femenino. Regulan no solo la fertilidad y el ciclo menstrual, sino también la salud ósea, el metabolismo, la función cognitiva, el sistema inmunológico y la distribución de grasa corporal. Sin embargo, cuando su producción, metabolismo o señalización se desequilibra —un fenómeno conocido como dominancia estrogénica— pueden convertirse en un motor de enfermedades inflamatorias y ginecológicas crónicas, como la endometriosis.
En este artículo exploraremos en profundidad cómo se producen, transportan, metabolizan y eliminan los estrógenos.
También conocerás cómo la genética, la dieta, el microbioma intestinal y el estilo de vida influyen en su balance y cómo aplicar estrategias clínicas para restaurar el equilibrio hormonal desde la nutrición funcional.
¿Qué son los estrógenos?
Los estrógenos son hormonas esteroides derivadas del colesterol. Las tres principales formas en el cuerpo humano son:
Estrona (E1): predominante en la menopausia.
17-β-estradiol (E2): forma más potente durante la edad reproductiva.
Estriol (E3): se eleva principalmente durante el embarazo.
💛En mujeres en edad fértil, el estradiol se produce mayoritariamente en los ovarios, mediante la cooperación entre las células de la teca (productoras de andrógenos) y las células de la granulosa (que convierten esos andrógenos en estrógenos gracias a la enzima aromatasa).
Esta síntesis está regulada por las gonadotropinas FSH y LH (hormonas hipofisiarias que regulan al ciclo menstrual). Sin embargo, también se generan estrógenos en tejidos extragonadales como tejido adiposo, músculo, cerebro y placenta, especialmente en estados inflamatorios.
En la endometriosis, las propias lesiones ectópicas pueden actuar como microfábricas de estradiol debido a una sobreexpresión de aromatasa y 17β-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 1 (17β-HSD1).
💛La 17β-hidroxiesteroide deshidrogenasa tipo 1 (17β-HSD1) es una enzima que convierte la estrona (E1) —una forma de estrógeno menos activa— en estradiol (E2), que es la forma más potente y biológicamente activa de los estrógenos.
¿Cómo actúan los estrógenos en el cuerpo?
La acción de los estrógenos ocurre cuando se unen a receptores específicos:
ERα (receptor de estrógeno alfa): promueve proliferación celular.
ERβ (receptor de estrógeno beta): modula y contrarresta la acción proliferativa de ERα.
GPER1: receptor de membrana que activa señales intracelulares rápidas (no genómicas).
El equilibrio entre estos receptores es crucial. En endometriosis, existe una sobreexpresión de ERβ, lo cual suprime los receptores de progesterona y perpetúa la inflamación. Este desequilibrio contribuye a una característica fundamental de la enfermedad: la resistencia a la progesterona.
💛Transporte y biodisponibilidad: el rol de SHBG
En la sangre, los estrógenos no circulan libremente. Aproximadamente:
60 % se une a la SHBG (globulina transportadora de hormonas sexuales),
38 % se une a la albúmina,
Solo 1-2 % está en forma libre y biológicamente activa.
La SHBG (globulina transportadora de hormonas sexuales) es una proteína que se produce en el hígado y viaja en la sangre. Su función principal es “transportar” hormonas sexuales como los estrógenos y la testosterona, manteniéndolas en equilibrio.
Cuando los estrógenos están unidos a SHBG, no pueden entrar a las células ni activar sus efectos; por eso solo la parte que está libre o no está unida a SHBG es la que realmente actúa en el cuerpo.
Si tienes bajos niveles de SHBG, habrá más estrógenos libres y activos, lo que puede causar síntomas de dominancia estrogénica, como sangrados abundantes, dolor mamario o retención de líquidos.
A diferencia de la SHBG, la unión de los estrógenos a la albúmina es débil y reversible. Esto significa que los estrógenos unidos a la albúmina se consideran parte de la fracción biodisponible, es decir, pueden separarse fácilmente y entrar a las células para ejercer su efecto.
💛Una SHBG baja —común en obesidad visceral, hígado graso, resistencia a la insulina o hipotiroidismo— incrementa la fracción libre de estrógenos, exacerbando la dominancia estrogénica. Este mecanismo explica por qué las mujeres con síndrome metabólico o sobrepeso pueden presentar más síntomas ginecológicos, inflamatorios y hormonales.
Metabolismo y detoxificación de estrógenos en el hígado
La eliminación de estrógenos ocurre principalmente en el hígado, en dos fases:
🧬Fase I: Hidroxilación
Las enzimas CYP1A1, CYP1B1 y CYP3A4 (familia de citocromos P450) convierten los estrógenos en derivados hidroxilados:
2-OH-E1/E2: metabólitos protectores o neutros.
4-OH-E1/E2: potencialmente genotóxicos, forman radicales libres.
16α-OH-E1: con capacidad proliferativa, proinflamatoria.
🧬Fase II: Conjugación
Aquí, los productos de la Fase I se vuelven solubles para su excreción, gracias a:
Metilación (COMT) → transforma catecoles en metoxi-estrógenos, menos activos.
Glucuronidación (UGT1A1/UGT1A4) → facilita excreción renal y biliar.
Sulfatación (SULT1E1) → convierte estrógenos en formas inactivas.
Estas reacciones necesitan cofactores nutricionales: vitaminas del complejo B (B2, B6, B9, B12), magnesio y zinc. Su deficiencia ralentiza la detoxificación y permite que metabolitos prooxidantes se acumulen.
El estroboloma intestinal: cómo tu microbiota influye en tus hormonas
💛 El estroboloma es el conjunto de bacterias intestinales capaces de desconjugar estrógenos eliminados a través de la bilis. Lo hacen mediante la enzima β-glucuronidasa, permitiendo que los estrógenos vuelvan a absorberse (circulación enterohepática).
Cuando existe disbiosis intestinal (desequilibrio bacteriano), baja diversidad o tránsito lento, esta reabsorción aumenta, elevando la carga estrogénica y contribuyendo a la dominancia estrogénica. El uso crónico de antibióticos, dietas pobres en fibra o estrés crónico pueden afectar negativamente este equilibrio.
🧬¿Qué es la dominancia estrogénica?
La dominancia estrogénica no siempre significa niveles altísimos de estradiol, sino una actividad estrogénica excesiva en relación con los mecanismos que deberían modularla. Puede originarse por:
Producción aumentada (ovárica o extragonadal).
Déficit de progesterona (anovulación, perimenopausia).
Detoxificación hepática lenta (por polimorfismos genéticos o falta de cofactores).
SHBG reducida (por resistencia a la insulina, hipotiroidismo).
Disbiosis intestinal (aumento de β-glucuronidasa).
Exposición a xenoestrógenos (plásticos, cosméticos, pesticidas).
🧬Endometriosis: una enfermedad estrógeno-dependiente
💛En mujeres con endometriosis, las placas ectópicas generan estradiol localmente, creando un microambiente inflamatorio, angiogénico y resistente a la muerte celular. Esto ocurre por:
Sobreexpresión de aromatasa y 17β-HSD1, y represión de 17β-HSD2.
Activación de COX-2, que genera prostaglandina E2 y amplifica la aromatasa.
Predominio de ERβ, que suprime al receptor de progesterona y activa citoquinas inflamatorias.
Detoxificación comprometida: actividad baja de CYP1B1 y COMT, acumulando catecol-estrógenos dañinos.
Además, el líquido peritoneal en mujeres con endometriosis muestra concentraciones elevadas de E2 y marcadores inflamatorios como IL-6 y TNF-α, lo que exacerba el dolor, la infertilidad y las adherencias.
🧬¿Cómo se manifiesta clínicamente la dominancia estrogénica?
Los síntomas más frecuentes son:
Sangrados menstruales abundantes.
Dolor mamario (mastalgia).
Síndrome premenstrual severo.
Migraña catamenial.
Retención de líquidos.
Dificultad para perder peso.
Acumulación de grasa en caderas y muslos.
Disfunciones tiroideas, metabólicas o glucémicas.
🧬Estrategias nutricionales para modular el metabolismo estrogénico
Nutrientes y alimentos clave 💛:
Crucíferas: brócoli, kale, coles de Bruselas (indol-3-carbinol, DIM).
Linaza molida: lignanos que modulan receptores estrogénicos.
Fibra soluble: avena, chía, psyllium (mejora tránsito y microbiota).
Omega-3: salmón, sardinas, nueces (efecto antiinflamatorio).
Polifenoles: cúrcuma, té verde, frutos rojos.
🧬Suplementos potenciales (previa evaluación profesional):
DIM: 100–200 mg/día.
N-acetilcisteína (NAC): 600 mg
Probióticos multiespecie (>10⁹ UFC).
Vitaminas del complejo B, magnesio.
Estilo de vida💛:
Evitar xenoestrógenos (plásticos BPA, cosméticos con parabenos).
Practicar ejercicio físico regular.
Dormir 7–8 horas por noche.
Gestionar el estrés (mindfulness, terapia, respiración consciente).
El equilibrio estrogénico en mujeres con endometriosis depende de una compleja interacción entre producción hormonal, señalización celular, metabolismo hepático y salud intestinal. Alteraciones genéticas, epigenéticas o ambientales pueden desbalancear este sistema, perpetuando inflamación, dolor y progresión de la enfermedad.
Conocer y analizar no solo los niveles de estradiol, sino cómo se metaboliza y se elimina permite diseñar estrategias clínicas y nutricionales personalizadas. Desde una alimentación rica en compuestos bioactivos hasta intervenciones para el microbioma, existe un camino integrador para reducir la carga estrogénica y mejorar la calidad de vida de mujeres con endometriosis.
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